Malvinas a sangre y fuego

Vivir la guerra de una causa nacional, de una epopeya, y poder contarla, es uno de los pocos hechos en la vida de un periodista que colma sus aspiraciones. Nicolas Kasanzew tuvo el privilegio y al mismo tiempo la enorme responsabilidad, de ser el único periodista que pudo recorrer un medio escrito (la revista Siete Días) toda la guerra de las Malvinas: la lucha, la angustia el júbilo la tensión, el frio, las carencias los miedos, la nostalgia, la espera y el valor.

Compartió cada una de estas instancias con soldados, suboficiales, oficiales y civiles. Fue uno de ellos, Fue un argentino más que grabó, anotó y escribió un do de guerra tal como lo había antes en Nicaragua y El Salvador. "Este libro (dice Kasanzew) no es sólo el primero, no es si experiencia de la guerra, no es sólo Malvinas, es la síntesis de una lucha imprescindible soñada desde chico, de una gesta patriótica que todos hubiéramos anhelado vivir de cerca. Y a mi me tocó vivirla. Ahora queda otro sueño pendiente: volver".

Nicolás Kasanzew tiene 34 años. Descendiente de rusos blanco exiliados (oficiales del Ejército del Zar) manifestó desde temprano su vocación por comunicar, por transmitir. De chico escriba los "diarios del colegio". A los 19 años hizo sus primeras armas periodísticas en "Nuestro País" y luego comenzó a colaborar en  suplementos literarios de "Clarín" y "La Nación". Se especializó en critica literaria hasta que, en 1975, logró ser redactor de "Siete Días". En 1978 comienza una meteórica y brillante carrera televisión: "Videoshow" lo cuenta como uno de sus periodista me destacados. Recorre el mundo (habla a la perfección Ingles, francés y ruso) y un año después, se convierte en una de las principales figuras de "Mónica presenta". Después hace "60 Minutos", "Revista 11" y en 1982, vuelve al noticiero de ATC. Dos días antes de comenzar la nueva etapa en "60 Minutos" se produce la gesta de de abril. Nicolás Kasanzew viaja a Malvinas y vive la guerra. Toda la guerra. Para un hombre, un periodista que pasó por Siete Días, volver a la revista con una experiencia así, volcándola en un libro es fascinante. Su calificada visión no es simplemente, revivir la guerra. Es revivir la vida.

Y es éste un testimonio de un hecho histórico que, en toda su dimensión merecemos conocer y recordar todos los argentinos.